Cada familia dedica entre 200 y 300 euros a comprar productos de
canastilla para sus bebés, según un informe publicado
por la revista
Puericultura
Market de septiembre.
Además, un 69% de los detallistas especializados en
puericultura consideran que las ventas de estos edredones,
protectores, sacos y sábanas, entre otros productos de la
categoría, se mantienen estables. Y es que los padres
consideran que son unos artículos imprescindibles para el
cuidado del recién nacido y se suelen prestar menos que los
de otros segmentos de la puericultura.
Los detallistas consultados explican además que estos
productos ayudan a los establecimientos a darse a conocer a los
padres y fidelizar así a la clientela, ya que es una de las
primeras compras que hacen las familias que están esperando
un hijo.